DANILO SERANI
SISTEMA ECONÓMICO MUNDIAL
El articulo elegido habla de la ola de recortes en las cuentas públicas que se está llevando a cabo en prácticamente todo el territorio español. El hecho de que las comunidades autónomas y los entes locales quieran poner en marcha un “plan de austeridad” para intentar reducir el déficit público y cuadrar las cuentas no es escandaloso o preocupante en sí, teniendo en cuenta la profundísima crisis económica y financiera que está afectando a España y a los demás países industrializados. En periodos de “vacas flacas”, hay que apretar el cinturón para aguantar y seguir adelante, a la espera que lleguen tiempos mejores y el sistema económico español y mundial vuelva a funcionar con regularidad. Sin embargo, lo que me parece absolutamente escandaloso, negativo y aterrador es la naturaleza y el objeto de los recortes. El artículo de “El País” pone de manifiesto que las principales áreas en las cuales las CCAA quieren aplicar su plan de recortes y austeridad son educación, sanidad y las políticas y servicios sociales. Este fenómeno es preocupante por dos motivos: en primer lugar, no nos enfrentamos a un mero “reajuste de cuentas y de personal”, sino a un verdadero tijeretazo social, humano y económico, con una media del 20% en despidos y disminuciones de subvenciones. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que todas las CCAA están interesadas en “cerrar el grifo” en estas áreas.
En mi opinión, estos recortes terminarán produciendo una gravísima y profundísima crisis social, dado que las principales (y prácticamente únicas) víctimas de estos “ajustes” son los miembros de la sociedad civil y no del régimen político. Las autoridades políticas, en lugar de asumirse la responsabilidad y dar el buen ejemplo, reduciéndose el salario, eliminando muchos de los privilegios que les interesan o recortando personal, están cargando contra los usuarios de los servicios públicos fundamentales, como los hospitales, las universidades y los centros de asistencia. Esto acabará incrementando aún más el gap entre ricos y pobres, haciendo que los primeros sigan gozando de beneficios y de un status importantes, mientras que los segundos paguen y sufran todas las consecuencias negativas de la actual crisis económica y financiera. Creo que las comunidades autónomas están llevando a cabo una verdadera injusticia social y, si siguen así, los ciudadanos acabarán rebelándose y plantando cara a estas medidas. Hay muchísimas áreas en las cuales se podría efectuar un ajuste para reducir el déficit público, pero el camino que se está siguiendo es exactamente el peor itinerario posible, y el hecho de que lo estén siguiendo prácticamente todos es aún más escalofriante. No se puede ahorrar dinero público sacrificando y renunciando a los servicios básicos a la ciudadanía mientras persistan profundas desigualdades sociales. En mi opinión, la mejor manera para que todos puedan salir de la crisis sanos y salvos es que cada uno aporte su pequeño grano de arena para que cuadran las cuentas, y no que muchos carguen con el peso para que unos pocos sigan teniendo un estilo de vida por encima de la media.
En conclusión, las CCAA están demostrando que quieren cargarse totalmente al Estado del Bienestar, minando sus pilares fundamentales, pero no entienden que derrumbar este edificio (que ha tardado más de 30 años en consolidarse y afirmarse) implicaría la deslegitimación del actual sistema político y, como extrema consecuencia, la misma ruina de quienes están intentando ahora mismo ahorrar donde no se debería absolutamente recortar, sino fortalecer, incentivar y fomentar.
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